Al igual que tantos otros he terminado cayendo en la tentación de leer el primer volumen de la trilogía de Millenium de Stieg Larsson. Un grandísimo acierto, sin lugar a dudas.
Mikael Blomkvist es un periodista de la revista independiente Millenium que se encuentra en graves problemas. Deseoso de destapar los negocios sucios de un mafioso al que lleva tiempo investigando cae en la trampa que le tiende éste y publica un reportaje en su contra que no puede demostrar. El descrédito para la revista y para él es enorme. Mientras espera el juicio por difamación que posiblemente le mande a prisión una temporada, es contratado por un excéntrico millonario para que escriba una biografía de su vida. Además le encarga un trabajo adicional y muy especial: que sea capaz de averiguar quién asesinó a su sobrina cuarenta años atrás. A partir de aquí Mikael irá desvelando oscuros secretos sobre la familia de dicho millonario, especialmente cuando se une a él Lisbeth Salander, una hacker informática con verdaderos problemas de sociabilidad. El desenlace final no defrauda y está a la altura del resto de la novela.
El ritmo a lo largo de toda la obra es realmente magistral. Como ya he mencionado en más de una vez, en mi opinión lo mejor que le puede pasar a un libro es que cueste dejar de leerlo, y éste cumple con creces ese objetivo. Larsson aprovecha además para hacer una dura crítica de la sociedad sueca, que tira por tierra muchos de los mitos que pudiéramos tener acerca de ella. Con una claridad demoledora muestra datos y hechos acerca del alto grado de maltrato femenino y de machismo que impera en la sociedad, de la hipocresía de la misma al callar estos hechos y de la lentitud de la justicia para controlar a los maltratadores.
Deja tan buen impresión la novela que cuando se descubre la noticia de que su autor falleció de un infarto sin lograr su objetivo de hacer siete novelas sobre la serie Millenium se siente una gran pena. No queda sino disfrutar de las tres que logró escribir.
En definitiva, todo aquel que quiera disfrutar de un buen libro, además de entretenido y tremendamente adictivo, está tardando mucho en comenzar a leer "los hombres que no amaban a las mujeres". Por mi parte no veo la hora de comenzar "la chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina".
