Once Minutos - Paulo Coelho

Paulo Coelho es un autor que tiene una gran virtud y es que nunca te deja indiferente. Te puede gustar más o menos, pero sus libros siempre tienen algo distinto. Siempre me deja la sensación de que no escribe con palabras, sino con algo más. Es un autor que no llega a la mente, sino al corazón, al alma, y del que siempre se aprende algo nuevo.

En este libro Coelho se introduce en el siempre polémico mundo de la prostitución. Una joven brasileña, Maria, viaja de Brasil a Suiza, donde se hará prostituta. Leyendo este argumento uno puede esperar encontrarse una obra de crítica social o de la dura vida de esta mujer. Algo de esto hay, pero en realidad el libro trata de un tema diferente y es del descubrimiento del sexo.

Una vez leí una entrevista a Paulo Coelho en la que decía que para él todo estaba permitido mientras hubiera consentimiento por las dos partes (siendo adultos mentalmente). Desde este prisma el libro trata con una naturalidad impactante temas como el sadomasoquismo y la sumisión. Todo es válido en este proceso de conocimiento o, como diría el mismo Coelho, en esta peregrinación, tema recurrente en cualquiera de sus obras.

Siempre que leo un libro de este autor termino, en cierto sentido, agotado. Es como si una parte de mí hiciera esta misma peregrinación que él muestra en su obra. En éste en concreto hay momentos en los que me sobrecogió, como cuando narra la incursión en el sadomasoquismo o momentos de profunda emoción, como cuando va descubriendo una sexualidad mucho más orientada al amor.

Coelho hace un llamamiento a la sexualidad sagrada, a librarnos de tópicos y ataduras y no ser cínicos ni falsos, sobretodo con nosotros mismos. No he podido evitar, mientras lo leía, recordar lo que leí sobre la figura de María Magdalena como sacerdotisa de Isis e iniciadora sexual de Jesucristo. Aunque no es mencionado en ningún momento en esta obra, el hecho de que la protagonista se llame Maria y que Coelho muestre como se puede entrar en el Paraíso haciendo el amor me parece cierto guiño, algo que, por supuesto, no deja de ser una hipótesis mía.

Personalmente me he sentido enriquecido por este libro y se lo recomiendo a todo aquél que quiera saber algo más sobre esos once minutos de conexión física y espiritual. Todo hombre que quiera saber un poco más sobre la sexualidad femenina y toda mujer que quiera ver que un hombre es algo más que un animal que sólo busca sexo sin más no debería dejar de leer esta obra.